Peso | 0.211 kg |
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Dimensiones | 12.5 × 1 × 18.5 cm |
Publicado en 2018
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Antología bilingüe. Edición y traducción de Juan Carlos Villavicencio, con prólogo de Luz María Astudillo y epílogo de Kurt Folch. |
$12.000
Peso | 0.211 kg |
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Dimensiones | 12.5 × 1 × 18.5 cm |
Publicado en 2018
«Imagino que Jean Giono habrá plantado no pocos árboles a lo largo de su vida. Sólo quien ha cavado la tierra para acomodar una raíz o la promesa de ésta podría haber escrito la singularísima narración que es El hombre que plantaba árboles, una indiscutible proeza en el arte de contar. (…) Y ésa es la conclusión: estamos esperando a Elzéard Bouffier, antes de que sea demasiado tarde para el mundo.»
José Saramago |
2021. En La pajarera Eduardo Plaza (1982) despliega un admirable abanico narrativo para delinear Coquimbo o, más específicamente, sus recovecos y su imaginería. Un caudillo busca transformar la ciudad en un epicentro del turismo pirata y, a la vez, en un muestrario de todas las potencias del mundo; una celebración anual empuja al frenesí colectivo, pero también a charlatanes y criminales; el guitarrista de una célebre banda de cumbia elige —después de recorrer el país y el extranjero— no moverse del nido; una adictiva investigación advierte la presencia y la negación de los changos como pueblo originario de la bahía; y como telón de fondo, siempre latente y delicado, un cuadro familiar lleno de grietas, fantasmas, giros y rearmes. A medio camino entre la crónica, la novela y el mejor relato periodístico, Eduardo Plaza logra —con sutileza, precisión y un asombroso tino narrativo— una voz que sopla suave, pero, al mismo tiempo, remece mediante un humor punzante y una melancolía tan enigmática como conmovedora. Un libro híbrido, entretenidísimo, apreciable. <>.
En Un largo solo la concisión, sutileza y elegancia se unen admirablemente con el ímpetu y la vitalidad. Roberto Bolaño observa: es una poesía hecha de «sangre suspendida en el aire». En los tres conjuntos de poemas aquí reunidos, Bruno Montané muestra sorprendentes variaciones dentro de su muy reconocible estilo, alternando íntimas visiones, con permanentes meditaciones sobre el oficio de la escritura y continuos aterrizajes a realidades concretas de fuerte sensorialidad, no exentas de preocupaciones políticas y sociales. Todo lejos de grandilocuentes proclamas, falsos mesianismos y torpes heroicidades, en textos más bien próximos a experiencias cotidianas marcadas por la atmósfera del sueño y las fugaces impresiones de nuestros sentidos. Son las visiones de un maestro disfrazado de aprendiz, quien nos entrega parte de su luminosa bitácora sobre esa elusiva y musical forma de conocimiento que es la poesía.
Cristian Geisse Navarro
“Pompeya”, en palabras del dramaturgo, fue escrita en un período de cuatro años aproximadamente y fue estrenada el 2017. Una textura cruda, ruda, dura y violenta da sustento a las palabras de Leila, Suzuki, Beyoncé y el maricón Lucho. Sus voces son las voces de las y los excluidos, las travestis y el maricón. Un universo plagado de transas en las esquinas, en el que se vende la tele para comprar cocaína, riñas callejeras por el territorio que, al fin y al cabo, no es de nadie. Se siente en este espacio el odio entre chilenas, colombianas, ecuatorianas y peruanas; y se patentizan las muertes, muchas muertes que quedan impunes, porque tal como dice Leila, la más rabiosa de las travestis: “Los pacos no van a mover el culo. Pa’ ellos una trava desaparecía no es ni una hueá […] Somos pobres y putas, si no hacemos justicia por nuestras manos, nadie va a hacerla”.
Texto de Maritza Farías Cerpa |
Esta vez caminamos tras la huella de una heroína de las luchas de la liberación de América Latina. Juana Azurduy es nuestra antiprincesa del Alto Perú, o nuestra princesa guerrera, que luchó junto a su esposo Manuel Padilla, y conoció otros héroes como Belgrano y Güemes, y otras heroínas como las Amazonas, para liberar el Virreinato del Río de la Plata de las garras de España. En esta aventura, Juana y sus compañeras y compañeros muestran todas las habilidades de combate que desplegaron contra los realistas. Pero además, el libro nos habla de la doble valentía de Juana: de abandonar la comodidad del hogar para luchar una batalla donde la mujer carecía de honores. Incluso tuvo que pelear cargando su hijo recién nacido. A pesar de esto, terminaron mostrándole respeto y admiración por su coraje. Una verdadera antiprincesa que trascendió el tiempo y la historia.