Peso | 0.037 kg |
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Dimensiones | 10 × 0.3 × 17 cm |
Publicado en 2004
Enrique Lihn, comienza sus pasos por la creación literaria. Lihn sugiere que la poesía requiere y/o busca un “equilibrio inestable entre la tinta y la sangre”. En su caso se trataba de un equilibrio dinámico de fuerzas opuestas. Intelectual libertario, así es como lo presenta Eduardo Llanos, responsable de la selección y prólogo de esta antología En Breve.
$1.500
Peso | 0.037 kg |
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Dimensiones | 10 × 0.3 × 17 cm |
Publicado en 2004
Firmadas con diferentes seudónimos, las primeras publicaciones de Gabriela Mistral datan, dicen, de los alrededores de 1904. Desde entonces, hace ya más de un siglo, continúa sorprendiendo su decir, su lenguaje poético, su escritura, y esto explica, en parte, que no se hayan agotado los acercamientos a su producción, ni tampoco (si bien con otras motivaciones) a su biografía. Diversos estudios –muchos de ellos, aquí revisados– evidencian este prolongado interés y si algunas orientaciones repiten, incluso hoy, rutas ya trazadas, desde discursos más actuales, otras perspectivas han colaborado a otorgar nuevas imágenes de esta poeta y de sus obras.
Autor: Gabriela Mistral.
Gabriela Mistral es un desafío, una gigante que captura todos los sentidos, su profusa escritura nos confunde y al mismo tiempo nos
alivia la estética de su obra. La precisión de las palabras y su concreción perfecta abre un universo en el que «todo el vocabulario ha de ser diferente, según la hoguera o según el brasero: en vez de los leños veloces en volverse humo, las pavesas que laten lento y suave. Nada les sobra». Su búsqueda de «palabras primordiales» que sobreviene a la multiplicidad de voces, en ese plural oportuno que nos emplaza en un abanico multiforme de la locura razonada, de estar en el límite, de ser lo que se quiere, sin esperar condena ni juicio externo. Leerla nos sobrecoge en el silencio del respeto y la algarabía de exhibirla, de ponerla en una bandera, de gritar a los cuatro vientos lo perfecta e insondable que es, todo eso y más, pero nunca jamás antes de leerla. Paula Ceballos Huerta