Peso | 0.043 kg |
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Dimensiones | 11 × 0.3 × 27 cm |
Publicado en 2001
Pablo Neruda es el poeta chileno más conocido en el mundo, su poesía ha pasado a ser patrimonio de la humanidad. Con una producción poética tan variada, múltiple, irregular y abigarrada, nuestro Premio nobel de Literatura (1971) logró posicionar la poesía chilena con un honesto testimonio, convirtiéndola así en elemento necesario para la plena humanización del hombre. Nelson Osorio es el responsable de la selección de esta hermosa obra, que como cada creación de Neruda nos llevará a viajar por distintas emociones.
$1.500
Peso | 0.043 kg |
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Dimensiones | 11 × 0.3 × 27 cm |
Publicado en 2001
Firmadas con diferentes seudónimos, las primeras publicaciones de Gabriela Mistral datan, dicen, de los alrededores de 1904. Desde entonces, hace ya más de un siglo, continúa sorprendiendo su decir, su lenguaje poético, su escritura, y esto explica, en parte, que no se hayan agotado los acercamientos a su producción, ni tampoco (si bien con otras motivaciones) a su biografía. Diversos estudios –muchos de ellos, aquí revisados– evidencian este prolongado interés y si algunas orientaciones repiten, incluso hoy, rutas ya trazadas, desde discursos más actuales, otras perspectivas han colaborado a otorgar nuevas imágenes de esta poeta y de sus obras.
Autor: Gabriela Mistral.
Gabriela Mistral es un desafío, una gigante que captura todos los sentidos, su profusa escritura nos confunde y al mismo tiempo nos
alivia la estética de su obra. La precisión de las palabras y su concreción perfecta abre un universo en el que «todo el vocabulario ha de ser diferente, según la hoguera o según el brasero: en vez de los leños veloces en volverse humo, las pavesas que laten lento y suave. Nada les sobra». Su búsqueda de «palabras primordiales» que sobreviene a la multiplicidad de voces, en ese plural oportuno que nos emplaza en un abanico multiforme de la locura razonada, de estar en el límite, de ser lo que se quiere, sin esperar condena ni juicio externo. Leerla nos sobrecoge en el silencio del respeto y la algarabía de exhibirla, de ponerla en una bandera, de gritar a los cuatro vientos lo perfecta e insondable que es, todo eso y más, pero nunca jamás antes de leerla. Paula Ceballos Huerta